IMMERSIVE CUISINE
GOYA, 6
ZARAGOZA
Viaja por el mundo cocinando. Aprende recetas tradicionales de distintos destinos —Roma, Ciudad de México, Tokio, Taipéi…— en talleres de cocina inmersivos donde tú eres quien cocina de principio a fin. No vienes solo a seguir una receta: cocinas desde cero un plato icónico del destino, preparas sus salsas, bebidas y postres tradicionales, y disfrutas después de todo lo elaborado en una degustación final.
EL ESPACIO
AVENIDA FRANCISCO DE GOYA, 6
La cocina de KUBO está diseñada con un estilo limpio, funcional y moderno. Se trata de un espacio diáfano que invita a cocinar con libertad, moverse con comodidad y disfrutar de una experiencia acogedora y estimulante.
La estética también juega un papel clave en la experiencia. Los colores arena y beige aportan calidez y armonía, mientras que los electrodomésticos negros —sobrios, elegantes y modernos— crean un contraste que centra la atención en lo importante: los ingredientes, el fuego y el proceso de cocinar.
En conjunto, un espacio donde diseño y funcionalidad se combinan para inspirar y disfrutar de la cocina en su máxima expresión.
Diseñado por @martaiglesias.
TALLERES PARA GRUPOS PRIVADOS
POR QUÉ ELEGIR KUBO
- Materia prima: En KUBO la experiencia empieza en el mercado. Todos los ingredientes se compran el mismo día del taller para garantizar frescura, sabor y calidad. Apostamos por productos de temporada y proximidad, porque cocinar bien también significa hacerlo de forma responsable y sostenible.
- Técnica: Nuestros talleres siguen un mismo hilo conductor: El método KUBO. Una forma de enseñar y disfrutar la cocina que asegura homogeneidad, calidad y escalabilidad. No importa en qué ciudad participes, la experiencia tendrá siempre la misma esencia: aprender, crear y saborear con el sello KUBO.
- Experiencia inmersiva: Cada taller gira en torno a un plato principal emblemático de un destino y su cultura. Lo cocinarás desde cero, sin atajos ni elaboraciones previas, para vivir la cocina de verdad. Durante la degustación, el plato se acompaña de su maridaje tradicional: un vino, cóctel o bebida típica del lugar, que realza su sabor y completa el viaje gastronómico. Como broche final, se prepara un postre o segunda elaboración también característica del destino. Todo se cocina desde cero, manteniendo la misma filosofía: aprender disfrutando, con las manos en la masa y el paladar en el mundo.